Después de correr mi primer mundial de 24
horas en Italia-Torino y al mes las 24 horas de la pista, sentí que el año se
había terminado dado el desgaste físico que esta disciplina requiere.
Pasaron los meses, un largo descanso y la
noticia del primer mundial de 50km en Doha- Qatar. AUDU (Asociación uruguaya de
ultra maratón) informa a los corredores sobre la invitación para dicho mundial,
pudiendo participar nueve mujeres y nueve hombres uruguayos. Le transmito esta
gran noticia a Rogelio Maneiro entrenador de Al Máximo y responsable de mis
mejores logros, a quién agradezco su confianza y sobre todo paciencia, y
arrancamos a entrenar duro, “vamos por
esos 50”. A las semanas gracias a la ayuda de Amparo Bauter, Daniela Rigali,
Pilar Nores y Marcelo Szwarcfiter que coordinaron con IAU (International
Association of ultrarunners) el alojamiento, traslados y visa se logró que tres
uruguayas asistieran a la competencia, Silvia Amodio desde Barcelona, Ana Do
Carmo y yo, Claudia de Los Rojos desde el Uruguay.
Treinta y seis horas de viaje, dos escalas,
la primera en Guarulhos el aeropuerto de San Paulo, la segunda en Heathrow el
aeropuerto de Londres y una parada técnica en Bahréin marcaron el comienzo y el
largo camino de lo que sería una gran experiencia, nuestro arribo a Doha-
Qatar, un país nuevo, aún en crecimiento y desarrollo, donde su mayor renta per
cápita es la gran reserva de gas natural.
Al llegar a Doha, todos los atletas eran
recibidos por los jeques que formaban parte de la organización que había
instalado un stand en el aeropuerto, una vez que nos identificamos como atletas
uruguayas nos llevaron al hotel en camioneta. Llegamos a The torch Doha, un
hotel de 19 pisos, de luces con forma de antorcha, con un restaurante giratorio
en la cima, y otro con una decoración de alfombras voladoras, situado en el centro del Aspire zone, lugar
exclusivamente dedicado al deporte. Durante el recorrido nos dejamos deslumbra
por la iluminada noche de la gran ciudad y no paramos de hablar con Ana sobre
la atención con la cual nos trataban, y la forma tan cordial de recibimiento,
atentos hasta el último detalle.
Una vez instaladas, empezamos a
experimentar con la Tablet que manejaba casi todas las instalaciones de la habitación,
desde correr las cortinas, hasta cambiar de colores las luces de las paredes de
la habitación. Al otro día comenzamos con las actividades de lo que fue una
gran organización, desayunamos, nos registramos con IAU.
Dimos un paseo por el Villaggio Shopping
Mall, el shopping conectado al hotel por un túnel del cual se sale con la
tarjeta de la habitación del hotel. Compramos moneda catarí y algunos
recuerdos. Recorrimos el shopping que es como una pequeña ciudad, con el techo
pintado como el cielo de día y de noche y un lago donde se puede andar en esos
pequeños barcos manejados por gondoleros.
Luego del almuerzo fuimos a conocer una
feria artesanal en la parte vieja de la ciudad, lejos de donde nos
encontrábamos. Al volver, nos juntamos todos los corredores de la competencia
para una corrida por el parque que tenía marcado un circuito con un material
parecido al tartán como forma de integración. A la noche nos esperaba un coctel
de bienvenida al cual asistieron todos los corredores que ya habían llegado,
parte de la directiva de la IAU, gente de la organización local y la prensa.
Al otro día tuvimos la charla técnica en el
Lady´s club, es un lugar de condicionamiento exterior, dedicado al deporte en
general ubicado en el Aspire zone. Dimos otro paseo por el shopping, una
trotada por con Anita por el parque antes de la carrera para activar músculos y
matar la ansiedad. A la noche volvimos al lady´s club para la ceremonia de
inicio y presentación de los pabellones que participarían en el mundial y la
pasta party donde nos reunimos todos los corredores y compartimos mesas, en
esta oportunidad nos acompañaron Francisco de la directiva de la IAU y
Valentina, una argentina que reside hace muchos años en Inglaterra con quienes
hicimos una linda amistad.
Llegó el día, mañana tranquila,
desayunamos, descansamos en la habitación del hotel, bajamos a almorzar y el
último descanso… empezamos los aprontes, ya se notaban los nervios, las
mariposas en la pansa que no paraban!! Ya prontas fuimos a instalarnos y armar nuestra
mesa a un lado del circuito y marcar presencia con nuestro querido pabellón!!
Fotos, risas y abrazos entre nosotras y
buenos deseos de una gran carrera!!! Saludamos a otros corredores y nos fuimos
al arco de largada, aquí nos separamos… comenzó la carrera!!! Un circuito
diferente, un piso duro, en algunos lugares era de adoquines, en otra parte del
circuito era ruta y también había una parte de baldosas que quedaban muy
resbalosas por los líquidos que tirábamos los corredores al hidratarnos. Mucho
calor, sobre todo en la parte de ruta, habían unos 26 grados húmedos y viento,
entre vuelta y vuelta el apoyo de los asistentes de la carrera que nos gritaban
en inglés Go! Go! Go! Good job girl!!! Jajaja emocionaban esos gritos pero
también se sentía la energía de nuestros amigos y corredores que nos seguían
por internet desde nuestro querido país, nos dieron fuerza para terminar, en mi
caso particular, lo que sería mi segundo
y sorpresivo mundial, pero también muy emotivo e intenso, una experiencia
inolvidable y enriquecedora porque conviví con corredores que pese a la
dificultad de comunicación por los diferentes idiomas nos hicimos entender e
intercambiamos risas y gratos momentos!!! Porque al llegar me esperaban los
afectos felices por la experiencia sin importar resultados, y porque repetí la experiencia de compartir
esos días con Ana Do Carmo, alguien a
quien admiro por su fortaleza y profesionalidad, además gran amiga.
La ceremonia de clausura tuvo su toque de
distinción, al llegar al club, entramos pisando una elegante alfombra roja,
luego en el hall se encontraban formados algunos jeques encargados de la
organización, que cantaron y danzaron un folclore típico y milenario de su
país. Luego de la premiación empezamos a despedirnos de los atletas, risas,
abrazos y sentimientos encontrados de tristeza y alegría, porque se terminaba
una extraordinaria vivencia y la alegría de volver al encuentro de los amigos!
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