Tres deseos…
Hablando deportivamente este año me habia planteado tres desafios que mas que desafios eran deseos.
El primero era poder correr la Maratòn de Montevideo, y fue deseo cumplido.
El segundo comenzò cuando "El Marce" me comentò la idea de correr una 42k en Costao do Santinho, Floripa, hace unos meses.
Esa idea me comenzo a dar vueltas en la cabeza y a medida que pasaba el tiempo con mas fuerza, ya que hace muchos años, cerca de 8 o 9 , estàbamos con Fernando,(de Goes) por aquellos lares y nos dijimos: como estarìa para correr en la isla, y desde ese dia pensaba que algun dia lo haría, ya que ese lugar me había cautivado desde la primera vez.
La fecha que se acercaba, el tema era mas recurrente y la "delegacion" se completaba con la presencia de Miguel y Claudia.
Mas de una vez pense: con que "nenes" voy a compartir esta,… ultras salados!!!.
Viernes:
Llegada a Floripa. Desembarcar en el apartamento y al rato ir a levantar el kit para mas tarde ir al coctel y charla sobre la carrera. Terrible lugar y muy lindo ambiente. Y lo que iba a ser un coctel se transformò en cena de abundante que era.
Despues de una linda charla en el apto. a descansar .
Sabado:
Al fin llegò el dia.
Temprano arriba y a desayunar para cerca de las 8 dirigirnos a la largada.
El dia mas que agradable y levemente nublado. Ideal para correr.
Llegamos, al resort donde estaba la largada. Musica, fotos y ya la adrenalina se sentìa fluir.
8:30 puntual se largò !!
La verdad me parecìa mentira estar corriendo ahi.
Se tomaba al comienzo por calle unas 6 cuadras hasta que tomabamos por la playa. Arena bastante firme cerca de 1k, para cruzar entre unas cabañas muy precarias de pescadores para llegar a playa de Los Ingleses apenas unos metros hasta llegar al primer morro que nosotros con mis hijos lo habiamos bautizado hece años "el cara de oso" por una roca que se asoma en la parte superior.
Empezamos el asenso por un sendero no muy ancho y con el suelo muy hùmedo, y a un ritmo que para mi era bastante intenso, pero la "marea" me llevaba y a pesar de darme cuenta de que iba ràpido no podìa contenerme de hacerlo. Estaba fascinado.
Era un trillo de vegetacion muy tupida y muy tecnico.
Luego de un rato de correr en ese lugar sombrìo, llegamos a un claro con una vista a la playa increible. Ahí, se escuchaban las exclamaciones de todos los que nos asombrabamos de verla.
De ahí retornábamos por la playa para dirigirnos por arena hasta el resort donde subìamos y subìamos por unos senderos dentro de un parque del hotel muy lleno de vegetación.(hermoso lugar).Al salir de ahí, cruzábamos trillos en arena y tomabamos por una calle de balastro, y otra vez a la playa,(esta vez por la playa de Mozambique)unos cuantos k..
Cerca del k16 o 17 creo. La verdad, me había saltado la térmica de tanta arena y me sentía cansado(seguramente estaba pagando el precio de subir rápido el primer morro, pero quien me quita lo subido). Ya ahí, caminaba y trotaba, mas lo primero que lo segundo.
Me entre a cruzar con corredores que ya venían de vuelta donde se divisaba la “LR”,
Era Marce que venìa muy bien(como siempre) con un grupo de dos o tres corredores.
Sigo rumbo al puesto del k 22, disfrutando mas de la vista que de la corrida. En ese puesto a distenderse, junto a la muy buena onda de la gente de ahí y algunos corredores con los cuales habíamos compartido parte del recorrido al comienzo. Les aseguro que de todo lo que ingerì en ese puesto, las “papitas”, bien saladas eran un manjar. Luego de unos instantes arranque para completar la segunda mitad. Se tomaba por un bosque de pinos impresionante donde el marròn del piso parecía una moquete. No se si el lugar o lo que comì me hicieron comenzar a correr a un ritmo constante. Me sentía mucho mejor. Luego seguíamos por otra especie de bosque con una vegetación muy diferente, para después volver por playa y de ahì tomar por la calle de balastro, la misma por la que habíamos ido, no sin antes parar a disfrutar de unas Pepsis en un puesto. La calle era eterna. A la izquierda àrboles y a la derecha playa.
Me crucè con el director de la carrera, quien en todo momento nos cruzaba en su camioneta a lo largo del recorrido. Conversamos un rato y me dijo que solo faltaban 4 K., lo que a mi me asombro, ya que ni sabia cuanto faltaba. Al saber eso, ya recuperado, apurè el tranco. Mas adelante, como a 1 k, había un muchacho de la organización indicando donde se bajaba a la playa nuevamente. Lo saludo conversamos un poco y me dice:” dale que faltan 4 k”….sin duda alguien mintió, y no era èl, era el anterior. Y bue, ya estábamos ahí pensé, asì que a meter.
Como 500 metros mas adelante por la playa se divisaba un cartel, que cuando me acerque decía: “k38”. Otro mas que no había dicho la verdad. Y bueno, que puede ser peor pensé. Me acerco a una barra de la organización que alentaban muchísimo y me dicen, por ahì no,…”por la cima do morro”, y si, obvio había que subirlo y subirlo y además bordearlo. Al grito de vamos que vamos comencè a subir a mas no poder. El lugar era increíble. Trepando entre rocas, siguiendo un trillo que no se demorò mucho en convertirse en un sendero de puro barro. Estar corriendo ahì, fue lo mas!!.Era una postal. No daban los ojos. Mirar para el morro era ver vegetación espesa y mirar a la costa, hacia abajo, era ver el océano, las olas que rompían contra las rocas, la playa y un par de islas. Era el paraíso!
Todo se combinaba para meter y meter ya que no faltaba tanto. Venìa todo muy bien, hasta que en una bajada muy empinada y una gran subida entre rocas, de repente sentí una especie de zumbido , seguido de un mareo y se me vino la noche. Lo primero que hice fue sentarme en una roca.
Recorde haber pasado a unos 200 metros a alguien de la organización. Chiflè y le hice seña con las manos a lo que èl respondió moviendo los brazos..
La vista se me nublò por un instante. Poco después, llegó y ayudo a reponerme. Luego de un rato ya estaba mejor. Primero caminando un poco y después volviendo a trotar retomè lo que faltaba.
Se volvìa a tomar por el parque del hotel, donde había una tirolesa que se hizo irresistible y tuve que tirarme siendo esa la última parada.
De ahì se entraba a las instalaciones del hotel para tomar por el frente donde estaban los arcos.
Cruzar esa meta fue increíble y el pecho explotaba.
Tenía un sabor muy especial.
Mas que un deseo, fue un sueño cumplido.
Fue unas de las mas lindas y la mejor organizada sin duda.
El tercer deseo,
El tercer deseo ya llegara.
Pirata da Rua
Crèditos:
Idea y coducciòn:
“El Marce”(Gracias Marce por la ocurrencia). Terrible chofer!
Reparto y copilotos:
Claudia y Miguel(Terribles compas)
Un disfrute compartir una aventura mas con uds..
Complices:
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